Contiene referencias bibliográficas.

El tema de la transformación educativa y la educación básica de calidad en Sudáfrica ha sido el centro de los debates académicos y políticos, particularmente evidenciado en la falta de preparación del estudiante para la educación terciaria. Después de las elecciones democráticas de 1994, la democratización de la educación se ha formalizado, con la redistribución y la extensión del poder a los órganos escolares de los gobiernos locales y la eliminación del control centralizado sobre ciertos aspectos de la toma de decisiones educativas. Las nuevas políticas educativas se basan en numerosas regulaciones en materia de gobernanza, las relaciones laborales, el rendimiento y la gestión del rendimiento, que aportan complejidad al trabajo que se realiza en las escuelas. Este artículo analiza la complejidad de tratar con el cambio en el sistema educativo de Sudáfrica. Tomando una postura histórica y reflexiva, el artículo aborda los efectos moderadores de fuerzas distales (la política,la socioeconomía y un complejo marco político) y su impacto en las fuerzas proximales (aprovisionamiento de recursos, incluyendo la infraestructura escolar, bien dotada de recursos y de escasos recursos de enseñanza y contextos de aprendizaje). A pesar de los logros notables en muchas áreas desde 1994, incluidos los servicios sociales y la economía política, no es fácil deshacer las políticas abiertamente racistas, opresivas e injustas que determinaron el mandato y el alcance de la educación para los diferentes grupos raciales en el país por más de 100 años. Las posibles soluciones se sugieren para las políticas educativas y la reforma escolar.